Perdonen
Imaginé comenzar el pedido (de perdón) especialmente para Cuba por ser inaceptable el tratamiento dado al país y vergonzosas las declaraciones del actual ocupante de la presidencia de Brasil, a la que asistimos esta semana n el ámbito de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
No hay siquiera la oportunidad de pedir que comprendan, una vez que gran parte de los brasileños tampoco lo entiende. No entendemos, siquiera, el motivo de tanta hostilidad. Creed, es triste, pero la agresividad demostrada por ese señor se vuelve inclusive contra su propio pueblo.
De entrada resaltar que el actual mandatario no ganó la elección con los votos de la mayoría de los brasileños. Su elección se dio en medio la muchas informaciones falsas (las llamadas fake news) con un discurso de cambios en el país, con el valioso auxilio del poder judicial y el inevitable “combate a la corrupción” tan utilizado en tantas elecciones del mundo por la derecha. Si eso, en realidad no justifica la votación, por otro lado nos da un alivio: la sociedad no se ve allí representada. Una persona que propaga el odio, que consiguió polarizar el escenario político, que incrementa la agresividad y la violencia y, como si no bastara todas esas “características”, la dictadura y el período de tinieblas que Brasil enfrentó de 1964 a 1985. Defiende la tortura y la muerte. Ofende mujeres, negros y homosexuales. No tiene adversarios políticos: tiene enemigos – que según él deben ser exterminados.
Por todo eso, antes, hay que pedirle perdón a nuestro propio pueblo.
Perdón a los indígenas, las víctimas más probables en el momento, y quién fue amenazado de no demarcar “ni un centímetro más de tierra indígena” violando la Constitución Federal y abriendo camino a las empresas mineras y madereras para invadir aquellos territorios protegidos por ley y garantes de las reservas forestales;
Perdón al pueblo quilombola con el que el país tiene una deuda inmensa decurrente de la esclavitud más duradera del mundo y a quién el referido presidente considera como animales, así los descalifica en público,negando sus derechos y sus territorios;
Perdón a nuestros campesinos, pueblo que reivindica una reforma agraria nunca realizada en este país, pueblo que garantiza el alimento en la mesa de los brasileños -y no la monocultura de exportación-, pueblo que recibe desde el gobierno la amenaza de armar a los terratenientes y latifundistas con la clara intención de matar a los denominados “Sin Tierra” que allí se encuentran para hacer cumplir la Constitución Federal de 1988;
Perdón al pueblo que perdió todo y muchas vidas en las criminales roturas de presas en Minas Gerais por las empresas mineras particulares y privatizadas. Inaceptable que el gobierno federal no haya tomado ninguna providencia en el sentido de proteger, evitar el desastre e imponer penalidades a esas empresas causantes de tantas tragedias a los pueblos y al medio ambiente, destruyendo todo, matando y contaminando;
Perdón a los habitantes de las favelas que son diariamente asesinados en un supuesto “combate a las drogas”, donde para cada arma incautada mueren 3 personas. Especialmente en Río de Janeiro, el tejido social se va deshilachando cada día y la muerte de inocentes sigue sin la menor providencia por parte del Estado. Mueren jóvenes, madres, niños, concejales, policías, personas, familias, sueños y esperanzas. Y todo sigue como siempre, como si las vidas no fueran la razón de ser de la sociedad;
Perdón a la naturaleza. Lo que se está haciendo con el medio ambiente es otro crimen contra nosotros mismos. Los incendios en la Amazonía son desconsiderados, la polución, la falta de preservación, sigue sin frenos. Atribuir a los indígenas los recientes incendios es de una crueldad sin fin, además de causar una vergüenza enorme cuando ha declarado en la ONU la supuesta forma en que ocurrió;
Somos un país sin proyecto (a no ser la atención al capital) y se está destruyendo el tejido social y la organización popular en el país, fragmentando a la propia población y robando sus derechos sociales, laborales y de seguridad social. Son más de 40 millones de personas desempleadas o con trabajo precario (precarizadas). Volvemos al mapa del hambre de las Naciones Unidas. Los medios y la iglesia todos los días predican la resignación a la situación.
Perdón, Cuba. Perdón por las crueles palabras proferidas el día 24 de septiembre de este año en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Perdón por las palabras de un “títere” del imperio, que pretende hacer de Brasil una colonia de los Estados Unidos de América en clara sumisión a aquel país, ofreciendo inclusive de forma vergonzosa nuestras riquezas. Perdón porque vivimos una barbarie desenfrenada. Y una persona mediocre está al frente de todo eso. Una persona incapaz de entender el sentido de solidaridad, fraternidad, compasión, justicia. Sepan que eso no es Brasil. Eso es una fase que tenemos que atravesar y, como tantas otras, superar. Y lo haremos, creánnos!
Brasil no es eso.
Gracias, Cuba. Por compartir con nosotros (y con tantos otros pueblos) lo que tiene, no lo que le sobra. Gracias por la ELAM, la universidad posible para tantos jóvenes pobres;
Gracias por la oportunidad a tantos jóvenes de formarse, tantos brasileños y brasileñas que al volver aquí usan los conocimientos adquiridos allí;
Gracias por el método de alfabetización “Yo Sí Puedo” que alfabetizó a tantos pobres de este país carente de educación;
Gracias por los médicos cubanos que aquí atendieron en lugares tan lejanos de este enorme país, a tantas personas (algunos pacientes nunca habían sido atendidos por un médico…), salvaron tantas vidas, ejercieron una medicina tan humana y que dejaron tanto cariño. Saudade es la palabra que empleamos cuando extrañamos y añoramos algo querido. Tenemos saudade de los médicos cubanos
Gracias por mostrarnos diariamente que otro mundo es posible –y necesario-. Por resistir heroicamente a un bloqueo genocida, y demostrar que las ideas valen más que las armas, que lo importante es el ser humano, que el capital es superable y que la alegría es insuperable.
Por mostrarnos que a pesar de las dificultades, la unidad es lo que vence al enemigo. Y por ser tan hermanos nuestros.
Sepan que, a pesar de las dificultades, acabamos de rehacer el Frente Parlamentario de Amistad Brasil–Cuba en el Congreso Nacional y que tenemos muchos parlamentarios solidarios con Cuba en los estados y municipios a pesar de la coyuntura política actual. Que el pueblo brasileño los admira.
Sepan que pueden contar con nosotros, que siempre seremos solidarios, que la solidaridad no se puede bloquear y que el mundo lo sabe y va a posicionarse una vez más por el fin del bloqueo ante la la Asamblea General de la ONU en este 2019.
Reciban este sencillo mensaje con la certeza de que allí y aquí, VENCEREMOS!
Carmen Diniz
Comité Carioca de Solidaridad con Cuba
Comitê Internacional Paz, Justiça e Dignidade aos Povos
Capítulo Brasil
PERDOEM
Imaginei
começar o pedido (de perdão) especialmente para Cuba por ser inaceitável o
tratamento dado ao país e vergonhosas as declarações do atual ocupante da
presidência do Brasil - a quem
assistimos esta semana discursando no âmbito da Assembleia Geral das Nações
Unidas. Não há sequer a chance de pedir que compreendam, uma vez que grande parte
dos brasileiros também não o entende. Não entendemos, sequer, o motivo de tanta
hostilidade. Creiam, é triste, mas a agressividade demonstrada por esse senhor
se volta inclusive contra seu próprio povo.
Primeiramente
ressaltar que o atual mandatário não ganhou a eleição com os votos da maioria
dos brasileiros. Sua eleição se deu em meio a muitas informações falsas (as
chamadas fake news) com um discurso
de mudanças no país, com o valioso auxílio do poder judiciário e o inevitável
“combate à corrupção” tão utilizado em tantas eleições mundo afora pela
direita. Se isso, na realidade, não justifica a votação, por outro lado nos dá
um grande conforto : a sociedade não se vê ali representada. Uma pessoa que
propaga o ódio, que conseguiu polarizar o cenário político, que incrementa a
agressividade e a violência e, como se não bastasse todas essas ‘características’,
louva ditadura e o período de trevas que o Brasil enfrentou de 1964 – 1985.
Defende a tortura e morte. Ofende mulheres, negros e homossexuais. Não tem
adversários políticos: tem inimigos – que devem ser exterminados.
Por tudo
isso, antes, há que se pedir perdão ao nosso próprio povo.
Perdão aos
indígenas, as vítimas mais prováveis no momento e a quem foi ameaçado não
demarcar “nem um centímetro mais de terra
indígena” desrespeitando a Constituição Federal e abrindo caminho às mineradoras
e madeireiras para invadirem aqueles territórios protegidos por lei e garantidores
das reservas florestais;
Perdão
ao povo quilombola com quem o país tem uma dívida imensa decorrente da
escravidão mais duradoura do mundo e a quem o referido presidente considera
como animais, assim os desqualificando publicamente e negando seus direitos a
seus territórios (CF/88) ;
Perdão
a nossos camponeses, povo que reivindica uma reforma agrária nunca realizada
nesse país. Povo que garante o alimento na mesa dos brasileiros - e não a monocultura de exportação. Povo que
recebe desse governo a ameaça de armar os fazendeiros e latifundiários com a
clara intenção de matar os denominados “Sem Terra” que ali se encontram para
fazer cumprir a Constituição Federal de 1988;
Perdão ao povo que perdeu tudo e muitas vidas
nos criminosos rompimentos de barragens em Minas Gerais praticados por
mineradoras particulares e privatizadas. Inaceitável que o governo federal não
tenha tomado nenhuma providência no sentido de proteger, evitar o desastre e
impor penalidades a essas empresas causadoras de tantas tragédias aos povos e
ao meio ambiente, tudo destruindo, matando e contaminando;
Perdão aos
moradores de favelas que são diariamente assassinados em um suposto “combate às drogas” onde para cada fuzil
apreendido morrem 3 pessoas.
Especialmente no Rio de Janeiro, o tecido social vai se esgarçando a
cada dia e a morte de inocentes segue sem
qualquer providência por parte do Estado. Morrem jovens, mães, crianças, vereadores, policiais. Ceifam
pessoas, famílias, sonhos e esperanças. E tudo segue como sempre, como se as vidas
não fossem a razão de ser da sociedade;
Perdão à natureza.
O que se está fazendo com o ambiente é outro crime contra nós mesmos. Os incêndios
na Amazônia são desconsiderados, a poluição, a falta de preservação, etc seguem sem freios. Atribuir aos indígenas as
recentes queimadas é de uma crueldade sem fim, além de causar um
constrangimento enorme quando declarado na ONU da forma que ocorreu;
Seguimos um
país sem projeto (a não ser o de atendimento ao capital) e destruindo o tecido
social e a organização popular no país, fragmentando a própria população e dela
roubando seus direitos sociais, trabalhistas e previdenciários. São mais de 40
milhões de pessoas desempregadas ou precarizadas. Voltamos ao mapa da fome das Nações Unidas. Mídia
e igreja todos os dias pregam a resignação com a situação.
Perdão, Cuba.
Perdão pelas cruéis palavras proferidas no último dia 24 de setembro deste ano
na Assembleia Geral das Nações Unidas. Perdão pelas palavras de um “fantoche”
do império, que pretende fazer do Brasil uma colônia dos EUA em clara submissão
àquele país oferecendo inclusive de forma vergonhosa nossas riquezas. Perdão
porque vivemos uma barbárie desenfreada. E uma pessoa despreparada à frente de
tudo isso. Uma pessoa incapaz de entender o sentido de solidariedade,
fraternidade, compaixão, justiça. Mas peço que não levem isso a sério, isso não
é o Brasil. Isso é uma fase que temos que atravessar e, como tantas outras,
superar. E vamos, podem acreditar. O Brasil não é isso.
Obrigada, Cuba.
Por dividir conosco (e com tantos outros povos) o que tem, não o que lhe sobra.
Obrigada pela ELAM, a universidade possível para tantos jovens pobres;
Obrigada pela
chance a tantos jovens de se formar, tantos brasileiros e brasileiras que
voltando, aqui atuam com os conhecimentos aí adquiridos;
Obrigada pelo
método de alfabetização “Sim, eu Posso” que
aos poucos vai se espalhando por este país tão carente de educação;
Obrigada pelos
médicos cubanos que aqui atuaram em locais tão longínquos desse enorme país,
que atenderam tantas pessoas (alguns pacientes nunca tinham sido atendidos por
um médico...) , salvaram tantas vidas, exerceram uma medicina tão humana e que deixaram tanta saudade;
Obrigada por
nos mostrar diariamente que um outro
mundo é possível – e necessário. Por resistirem heroicamente a um bloqueio
genocida, a provar que ideias valem mais que pedras, que o importante é o ser
humano, que o capital é superável e que a alegria é insuperável.
Por nos mostrar
que apesar das dificuldades, a unidade é que vence o inimigo. E por serem tão irmãos nossos.
Que saibam
que, apesar das dificuldades, acabamos de refazer a Frente Parlamentar de
Amizade Brasil – Cuba no Congresso Nacional e que temos muitos parlamentares solidários
a Cuba nos estados e municípios apesar da conjuntura política atual. Que o povo
brasileiro os admira.
Por fim, que
saibam que podem contar conosco, que sempre seremos solidários, que a
solidariedade não se pode bloquear e que o mundo sabe disso e vai se posicionar
mais uma vez pelo fim do bloqueio nesta versão da AGNU em 2019.
Recebam este singelo recado com a certeza de que aí e
aqui,
VENCEREMOS !
#ManosFueraDeCuba
#SeguimosEnLucha
Carmen Diniz - Capítulo Brasil do Comitê Paz, Justiça e
Dignidade aos Povos
Eu amo Cuba ... Sinto uma imensa vergonha de estar nesse Brasil que eu não mais reconheço ... Perdão !
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