Jesús Faría*
Nosso povo foi submetido a um criminoso estrangulamento
econômico pelo imperialismo estadunidense com terríveis consequências no
desempenho da economia nacional e nas condições de vida da população. A todos
os ultrajes cometidos, juntamo-nos agora à decisão do FMI de excluir a
Venezuela, de forma absolutamente ilegal e arbitrária, da atribuição dos
Direitos Especiais de Saque (DEG pela sigla em espanhol – Derechos
Especiales de Giro) recentemente emitidos para reanimar a
economia mundial.
A pandemia produziu uma das maiores crises econômicas das
últimas décadas e, diante disso, os mecanismos de regulação da economia global
foram acionados para conter os transtornos que obstruem as condições favoráveis
à acumulação de capital.
Nesse sentido, lembremos que a tarefa fundamental do FMI é
garantir a estabilidade financeira, monetária e cambial no mundo de acordo com
os interesses do capitalismo. Para fazer frente à crise, o FMI decidiu injetar
liquidez na economia internacional, o que aconteceu com a emissão de DEG no
valor equivalente a 650 bilhões de dólares. É a maior transmissão da história
da instituição.
Os DEG são meios de pagamento internacional emitidos pelo
FMI com o objetivo de aumentar as reservas internacionais das nações e podem
ser usados para operações comerciais e financeiras no exterior, para troca
por outras moedas ou para fortalecimento de reservas internacionais.
A decisão de excluir a Venezuela da alocação de DEG não
deve nos surpreender. No passado recente, não tivemos acesso aos recursos
oferecidos pelo FMI para lidar com a pandemia. Outros países também foram
afetados pelo veto dos ianques. Aliás, os Estados Unidos são o único país com
poder de veto no FMI.
A subordinação do FMI aos interesses das grandes potências
e corporações globais, especialmente dos EUA, não se reflete apenas no poder de
veto. O FMI tem sido uma instituição fundamental na preservação do dólar como
principal moeda mundial e, além disso, tem desempenhado um papel fundamental
com seus programas de ajuste na imposição de modelos neoliberais em países
subdesenvolvidos, moldando assim essas economias. interesses neocoloniais do
imperialismo.
No caso que hoje atinge nosso país com a negação dos 5
bilhões de dólares em DEG, uma instituição global de tamanha importância como o
FMI se curva totalmente à política criminosa de bloqueio sem se importar nem
mesmo com os dramáticos efeitos da pandemia.
O pretexto que até agora expuseram para impedir o
financiamento incondicional que corresponde ao nosso país é o desconhecimento
do governo do Presidente Nicolás Maduro, a quem qualificam de ilegítimo. Por
mais absurdo que possa parecer, isso não impede que Washington imponha
arrogante e cinicamente esse argumento absurdo dentro do FMI.
O que o FMI tem
apresentado ao mundo como um mecanismo para atender às necessidades econômicas,
sociais e de saúde das nações mais vulneráveis, não só se torna hipócrita
quando observamos que as grandes potências ficam com a grande maioria dos
recursos; pelo contrário, para a Venezuela isso se torna um instrumento da
política de máxima pressão do imperialismo ianque contra nossa soberania.
Tradução:
Carmen Diniz
El FMI y el bloqueo económico contra Venezuela
Jesús Faría
Nuestro
pueblo ha sido sometido a un criminal estrangulamiento económico por parte del
imperialismo estadunidense con terribles consecuencias en el desempeño de la
economía nacional y en las condiciones de vida de la población. A todas las tropelías cometidas, se une ahora la
decisión del FMI de excluir a Venezuela, de manera absolutamente ilegal y
arbitraria, de la asignación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos
recientemente para reanimar la economía mundial.
A partir de la pandemia se produjo una de las mayores
crisis económicas de las últimas décadas y, ante ello, los mecanismos de
regulación de la economía global se han activado a los fines de contener los
trastornos que obstruyen condiciones favorables de acumulación del capital.
En ese sentido,
recordemos que el FMI tiene como tarea fundamental garantizar la estabilidad
financiera, monetaria y cambiaria en el mundo n función de los intereses del
capitalismo. Para enfrentar la crisis, el FMI decidió inyectar liquidez a la
economía internacional, lo cual ha ocurrido mediante la emisión de DEG por un
equivalente a 650.000 millones de dólares. Se trata de la mayor emisión a lo
largo de toda la historia de la institución.
Los DEG son
medios de pago internacional que emite el FMI con el propósito de aumentar las
reservas internacionales de las naciones y se pueden utilizar para operaciones
comerciales y financieras en el exterior, para el canje por otras divisas o
para el fortalecimiento de las reservas internacionales.
La decisión
de excluir a Venezuela de la asignación de DEG no nos debe sorprender. En el
pasado reciente se nos negó el acceso a recursos ofrecidos por el FMI para
enfrentar la pandemia. Otros países también se han visto afectados por el veto
de los yanquis. Por cierto, son los EEUU el único país con poder de veto en el
FMI.
La
subordinación del FMI a los intereses de las grandes potencias y corporaciones globales, especialmente a los
EEUU, no se refleja solo en el poder de veto. El FMI ha sido una institución
clave en la preservación del dólar como principal divisa a nivel mundial y,
además, ha jugado un papel fundamental con sus programas de ajuste en la
imposición de modelos neoliberales en las naciones subdesarrolladas, con lo que
han moldeado esas economías a los intereses neocoloniales del
imperialismo.
En el caso
que afecta actualmente a nuestro país con la negación de los 5 mil millones de
dólares en DEG, una institución global de tanta importancia como el FMI se
pliega plenamente a la criminal política de bloqueo sin importarle siquiera los
dramáticos efectos de la pandemia.
El pretexto
que han expuesto hasta ahora para impedir el financiamiento sin
condicionamiento que le corresponde a nuestro país es el desconocimiento del
gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quien califican de ilegitimo. Por muy
absurdo que parezca, no le impide a Washington imponer con arrogancia y cinismo
este argumento tan disparatado en el seno del FMI.
Lo
que el FMI le ha presentado al mundo como un mecanismo para atender las necesidades
económicas, sociales y sanitarias de las naciones más vulnerables, no solo se
convierte en una hipocresía cuando observamos que las grandes potencias se
quedan con la inmensa mayoría de los recursos; sino que para Venezuela esto se
transforma en un instrumento de la política de máxima presión del imperialismo
yanqui en contra de nuestra soberanía.
Nenhum comentário:
Postar um comentário